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  • Writer's pictureMay MahaMetta

Cuando la Ayahuasca por fin funcionó

Updated: Apr 5, 2020


En Padre Cocha (una isla a unos minutos de Iquitos) me alojé en una casa que era una cabaña con tres habitaciones para las visitas. Y resulta que la mujer que lo regenta, una europea, también hace sesiones de ayahuasca. Ella tiene unos 70 años y lleva en el mundo espiritual solamente desde que tiene 56 y con la ayahuasca desde hace 10 años.



Su tiempo de experiencia no me inspiraba mucha confianza con lo que ella sabría y podría, pero me daba más confianza que meterme en algún lugar con algún tipo que dice ser un chamán y me da una bebida que no es lo que tendría que ser. Soy consciente del peligro que eso conlleva, especialmente porque una vez en trance no tienes fuerza física y estás completamente vulnerable. Además, hace un par de años, aquí, un chamán y sus cuates violaron a una chica joven alemana. Es verdad que fueron agarrados (aquí todo el mundo se conoce más o menos) y metidos en la cárcel para 25 años (o eso es lo que me dijo un señor de Iquitos) y es posible que ahora los hombres anden más cuidadosos con lo que hacen, pero quizás el siguiente prefiera matar a la víctima para no dejar testigos. Y de todas formas, aunque acaben en la cárcel, el trauma para la víctima se queda ahí para largo o para siempre.



In the way to the Yahuas indigenous community, Padre Cocha, Peru
In the way to the Yahuas indigenous community

Cuando visitando la aldea de la comunidad de los indígenas Yahue, después de la danza típica estuve hablando al lado del río con uno joven y después vino el más mayor del grupo, el que disparaba con la cerbatana y me dijo que ahí tienen un chamán (en su idioma le llaman Curaca) que hace ceremonias de ayahuasca y me dio su número de teléfono para preguntarle cuándo podría ser posible y a qué precio.


Me encontré con dos hombres que me mintieron y por eso no hice la ceremonia con ellos, pero al final sí que la hice con los Yahua, pero eso es otra historia en otro post de este blog.


Decidí hacer la sesión con la holandesa de la casa donde me alojaba, aunque no me inspirara que sabe qué hacer, pero la opción era mejor que acabar en manos de un saca-dineros.


Eso sí, esta mujer ("Y") es una occidental mayor, con lo que prefiere las comodidades y para ella hacerlo durante el día era mejor que durante la noche porque ella no puede soportar estar media noche sin dormir. Y digo yo, que si los chamanes lo hacen en oscuridad es por la melatonina, pero ella dice que no importa.


Al comienzo de estar en su casa insistió en hacerme una lectura de las cartas del tarot (pagando 100 soles, lo cual no es caro, pero es que yo no lo quería realmente). La lectura la hizo con un amigo suyo. Los dos usaban el péndulo para encontrar las respuestas, y me cuesta además entender a la gente que usa el péndulo para encontrar continuamente respuestas, y los dos son así, no solamente con las cartas, sino con sus cosas de la vida. Sobre todo no lo entiendo de gente que es espiritual y dice ser una médium, porque la información viene del espíritu, no de un péndulo donde muchas veces se ve cómo se mueve el brazo. Pero bueno, con el concepto de la no-dualidad (que expliqué en mi blog anterior), si la información viene del espíritu o viene de tu consciente que mueve el brazo, al final del día debería ser lo mismo.



Le dije que yo ya había hecho ayahuasca con "X" y "Z". Se quedó con la cara seca sin decir nada y me preguntó cómo me fue. Cuando se lo conté, entonces me contó lo que sabe de ellos. Y entre otras cosas me contó que "Z" ha tenido problemas con gente y que alguno se le ha muerto durante las ceremonias (ella no sabía si solamente uno o más) y entonces entendí por qué él se puso histérico cuando yo no reaccionaba a sus peticiones en la primera sesión que hice con él y me gritó y me pidió que dijera su nombre. Era obvio que yo no había muerto porque estaba sentada en la posición de meditación con la espalda recta, pero claro, si ya se le ha muerto alguno, el que alguien no quiera responder, le pone al borde de una histeria por si ocurre otra vez lo mismo.


Pero de cualquier forma, también ella confirmó que los dos "toman algo más", especialmente "Z", y que ha tenido muchos problemas con gente que acuden a él para sesiones de ayahuasca. Alguno ha ido a ella después, y nadie ha hablado bien de sus experiencias con él. Sigo preguntándome cómo es posible que tales personas sigan haciendo sesiones libremente.


Hicimos la lectura de cartas del tarot al día siguiente y duró 3 horas, pero a los 10 minutos yo me quería ir y pedirle que me devolviera el dinero. Los dos se la pasaron preguntando si relacionado con mi caso es, por ejemplo, una mujer que está escribiendo emails a la holandesa acusándola de algo. ¿Perdón? Por eso la lectura duró 3 horas, porque preguntaban por la gente que ELLOS conocían, como si tuvieran algo que ver con mi situación. Porque dicen que todos estamos relacionados aunque yo ni les conozca. Claro, con la teoría de la no-dualidad, como todos somos uno, entonces sí que ellos tienen algo que ver con lo que me pueda suceder a mí en mi vida… pero como estamos en este mundo tridimensional limitado, eso es más difícil de asimilar desde un punto de vista normal.



Me llené de paciencia y les dejé jugar con sus péndulos, sus cartas y con todos sus conocidos y familiares. Varias veces estuve a punto de decir que me iba a acostar y que ya me lo contarían al día siguiente si me quedaban ganas de escuchar tales cosas que contaban que ni sentido tienen para mí. Así que les pagué para que pasaran un rato agradable. "Y" decía que había tanta energía negativa en la situación que la estaba atacando físicamente y no hacía más que frotarse y rascarse las manos hasta el punto de sangrar. Esta experiencia no me llenó de mucha esperanza para la sesión de ayahuasca y estuve a punto de decirle que mejor y no lo hacíamos. Pero como ya aprendí que lo importante es la ayahuasca y no la ceremonia en sí, decidí seguir adelante y esperar que la Aya sea de buena calidad.


Ella me dijo que comenzaríamos la sesión de ayahuasca a las 10 de la mañana pero hasta las 11 no nos sentamos. Lo primero que quiso hacer es sacar unas cartas, estilo tarot, para ver si la energía era favorable. Las tres que yo saqué para mí estaban bien e inspiraban, pero las que ella sacó para ella estaban mal y por eso tardamos una hora más, porque ella, según decía, no estaba energética ni psíquicamente preparada para la sesión y tuvo que hacerse limpias y cosas similares. Me dijo que si ella no estaba preparada entonces la sesión para mí no iría bien. Yo pensé que era porque iba a hacer muchas cosas conmigo, como lo hizo Sara, la chamana de los Shipibo con la que tuve la sesión anterior echándome humo, escupiéndome diferentes aguas y limpiándome energéticamente. Pero para mi no sorpresa, no hizo nada. Se tumbó y me di cuenta de que no iba a cantar ícaros porque la escuché roncar. Al rato se despertó, luego volvió a dormirse y luego se despertó pero se quedó disfrutando de su propia sesión (los chamanes también beben ayahuasca contigo, en menor cantidad). Solamente al principio susurró un cántico estilo de los indios de Norteamérica durante uno o dos minutos, entonces echó agua de florida por el suelo y eso fue todo. El resto del tiempo estuvo en su sesión, levantándose a los 40 minutos para ofrecerme si quiero beber más, lo cual hice porque no sentía que pasase mucho, echó más agua de florida y siguió con su sesión privada.



En cuanto me senté sobre el colchón tras beber otro poco, Aya me vino de repente en todo su poder.


Las dos primeras horas (y digo ese tiempo por decir algo y porque se podría sentir así, pero no se realmente cuánto tiempo pasó) fueron de imágenes sin más información ni importancia que cuando uno ve unos dibujos animados sin palabras y sin gracia. Al comienzo planteé lo que yo pretendía alcanzar o saber durante la sesión, pero teniendo en cuenta que ella te presenta lo que le venga en gana, le dije que ella sabe lo que quiero, pero que ella me presente lo que quiera y que sea importante para mí, y si no quiere que sea importante, que sea lo que sea, porque ya sabía que las imágenes de la sesión por mi experiencia en las tres sesiones anteriores eran un sin sentido para mi lado consciente, y no creo que tenga sentido tampoco en mi lado subconsciente, pero quién sabe.



Entonces vi jaguares y serpientes, lo cual es normal en estas sesiones, pero de repente, una serpiente enorme abrió su boca y me tragó y me deslicé o volé por su cuerpo, que era un túnel. Le pedí de mostrarme qué había después del túnel pero la imagen cambió antes de ver el final. Y fue a partir de ahí que ya todo cambió y pasé las dos siguientes horas viendo otras vidas, volando y teniendo conversaciones.


Digo “otras vidas” en lugar de “vidas pasadas” porque por la no-dualidad, al no haber un tú y yo, ni un aquí y allá, tampoco existe un antes y un después. Todo existe simultáneamente en este momento en lo que unos podrían decir en otras dimensiones o mundos paralelos. Por lo tanto, yo existo ahora en este lugar, en este cuerpo y con estas experiencias, pero también existo ahora en otro lugar, en otro cuerpo, con otras experiencias… y solamente todavía creyendo que hay algún tipo de separación.


Todas las vidas que me fueron mostradas fueron en pueblos indígenas de la selva amazónica y en general yo era un chamán (claro, ¿eso lo dice mi ego?).


En una ocasión como mujer joven, fui sacrificada. Me habían abierto las entrañas y me quitaron algo de mi cuerpo, seguramente el corazón pero también algo más ya que yo estaba muerta tumbada boca arriba con el estómago abierto. Rodeada de flores y de muchísima gente que dirigían sus brazos hacia mí, mi cuerpo descendía por un agujero enorme, como un volcán. Lo cual me hace pensar, porque cuando me hicieron la lectura de las cartas la holandesa y su amigo, preguntaron con sus péndulos si yo había sido una víctima de este hombre en otra vida donde él era una especie de chamán perteneciente a una casta especial que se dedicaba simplemente a matar a gente en rituales quitándoles el corazón. No sé si tuve esa visión por lo que ellos dijeron, o porque realmente tiene algo que ver en todo el asunto.


No estoy segura de haber sido alguna vez chamana mujer, creo que sí, pero me vi básicamente como hombre en varias ocasiones pero con diferentes cuerpos y en diferentes etnias. Tuve un “momento ahá” cuando en una o varias de esas vidas viví por la zona del amazonas perteneciente ahora a Venezuela, Colombia y norte de Brasil, y recordé la fuerte sensación que tuve de “volver a casa” cuando me fui a vivir a Venezuela por el trabajo de mi padre cuando yo acababa de cumplir 15 años ya que fue la primera vez en mi vida cuando me sentí cómoda en un lugar.


No quise meterme en querer ver mi karma con India (donde viví unos 13 años), porque Aya solamente quería mostrarme mis tiempos en esta región y para mí fue muy interesante. La aclaración con la India ya vendrá en otro momento.


En 2-3 de esas ocasiones yo iba por una aldea a una cierta altura (no por encima, pero por debajo de la altura del techo, y a una cierta velocidad que no es la de andar), y yo me dije que para que eso fuese así, debía ser que yo iba volando. Y así fue, yo iba volando por la aldea (una diferente en cada ocasión) y de ahí me iba por la selva, el río y acababa metiéndome en un túnel, pero no conseguía ver qué había al final de él. Pregunté por qué volaba y si era porque como chamán me transformaba en un ave pero no obtuve respuesta.


Los golpes de los efectos del Ayahuasca venían en olas fuertes y desaparecían, para luego volver otra vez fuerte, se quedaba un tiempo y volvía a desaparecer. En cierto momento Ayahuasca me pidió que me cubriera los ojos para que no hubiera tanta claridad, a pesar de que la holandesa había intentado hacer la cabaña oscura, pero siendo una cabaña, entra luz por todas partes de todas formas. En el momento que me cubrí los ojos con la toalla, las visualizaciones se volvieron más profundas.



A lo largo de la sesión tuve momentos en que se me aclararon cosas simples y que en esos momentos también se convirtieron en “momentos ahá”. Por ejemplo, el día anterior publiqué algo en Facebook y escribí la palabra “cerbatana”. Pero como el español no lo uso mucho desde hace unos 24 años, hay palabras que no son de uso habitual y se me olvida de cómo se escribe. En tales casos acudo a internet para averigüar cómo se escribe, pero el internet en Padre Cocha es muy malo, o al menos con el servidor que tengo en mi móvil, que no tiene mucha cobertura aquí y publicar algo en Facebook o Twitter puede hacerlo en unos 15 minutos o durante horas. Así que no tenía la paciencia en esperar por la respuesta y no lo busqué, escribiendo “cervatana” con v, en lugar de con b, y así lo publiqué ese día anterior. Durante la sesión, escuché de repente una vocecita que me dijo “que cerbatana se escribe con b, no con v”, mostrándome la palabra.


En otro momento me dijo que "Y" no me había devuelto los 10 soles del cambio por el pago de la habitación. Yo pensé que sí me lo había pagado pero cuando intentando hacer memoria, no recuerdo que me lo diera. Se lo dije al día siguiente y ella estaba segura que me lo había pagado, pero que preguntaría a su péndulo. Pensé “bueno, ahora moverá el péndulo para que le salga que sí me dio el cambio” pero el mensaje que me dio Aya fue tan claro, que aunque el péndulo dijera que sí, yo tenía claro que no, simplemente porque me lo dijo Ayahuasca. Para mi sorpresa, el péndulo dijo que no me había pagado, con lo que después de eso, pienso que las otras respuestas que encontró durante la lectura de cartas pueden realmente ser acertadas y no el deseo de su subconsciente.


Las conversaciones con Aya fueron sobre cierta habilidad que ella me dijo que tenía y durarían quizás un minuto o dos antes de que la imagen cambiase. Cuando era consciente de que la conversación había acabado ya hacía un tiempo, llamaba a Aya para que siguiéramos por donde estábamos porque aún no lo tenía claro. Ella volvía y seguíamos con la conversación hasta que viniese otra imagen, y así fue hasta que todo quedó aclarado.



Aquí he decir que ella me estaba guiando en una forma de hacer curación. Pero esta guía no fue solamente en esta sesión, ya había comenzado dos sesiones antes, con lo que toda la información me vino en las últimas tres sesiones de Ayahuasca y también en la sesión que tuve con el cactus San Pedro (que cuento en mi blog).


En mi blog anterior dije que la diferencia de la Aya con mis meditaciones es que con la Aya tú puedes desear algo, pero es la Aya la que decide qué mostrarte. Y así fue durante las dos primeras horas (ese cálculo es algo que digo, pero no lo se porque no se sabe), pero después de que la serpiente me tragó, si yo pedía que me mostrase algo, me lo mostraba. No se si es porque una primero se tiene que familiarizar con esa fuerza o es que Aya primero te muestra cosas “sin sentido” para nuestro consciente y luego ya te deja elegir.


A las cuatro de la tarde "Y" se me acercó y me preguntó si yo necesitaba más tiempo, pero que ya eran las cuatro de la tarde y la ceremonia (¿?) se había acabado. Le dije que sí con mi cabeza ya que yo aún no podía hablar porque seguía en trance y ella salió fuera. Me di cuenta que ella iba a necesitar tener esa zona libre porque las otras dos personas que estaban alojadas necesitaban moverse por la casa, así que me levanté como pude y me agaché a recoger las almohadas, me volví a agachar a ponerme las sandalias y me volví a agachar en un par de ocasiones más, y con tanto movimiento la tripa se me revolvió y tiré todo lo recogido al colchón para apresurarme hacia la cubeta porque ya sabía lo que venía. No vomité mucho, apenas un dedo pequeño, y lo más seguro es que no habría vomitado si no me hubiera movido del colchón.



Lodge in Padre Cocha, Peru
My room in the lodge in Padre Cocha

Me fui a mi cama y ahí me pasé casi otras dos horas más, todavía con todas mis visiones chamánicas, vuelos por aldeas, ríos y túneles, y conversaciones. Bueno, la última hora ya no tanto sino de otro estilo, pero aún informativo y muy válido.

A las 6 de la tarde decidí levantarme para comer algo, pero yo no tenía comida en mi habitación porque había cucarachas, así que le pregunté a la holandesa si me podría regalar algo porque yo aún no caminaba muy derecha y mis ojos veían todo con rayitos de luz eléctrica. Me dijo que iba a cocinar y sobre las 7:30 de la tarde ya había hecho pasta (yo no como pasta, pero hice una excepción porque necesitaba comer algo) y le dije que no iba a comer con ellos porque yo aún necesitaba estar en mi propio espacio en silencio.



Me puse a escribir lo que había sucedido porque mi experiencia me dice que si no lo escribo en las siguientes horas se me olvida la mayor parte de ello, convirtiéndose en una pérdida de tiempo para el lado consciente (la información se queda almacenada en el lado subconsciente). Las dos primeras horas de estar escribiendo aún tenía los efectos de Aya, lo cual aproveché para ir pidiéndole que me recordase qué era lo que había pasado ya que en un primer momento se me había olvidado un 80% de las cosas, pero ella me lo fue recordando. De la misma forma que le pregunté un par de detalles más por la curación y me dio la información, que antes no me había dado pero que ahora me vinieron esas dudas.


Es decir, aunque en principio el hacerlo durante el día no tiene sentido desde un punto de vista original, chamánico y hormonal (ya que la melatonina tiene su efecto mayor entre la 1 y las 4 de la mañana, cuando hay más oportunidad para que ocurran las experiencias místicas), el lado positivo es que como aún es una “hora decente” para cuando acabe todo, se puede escribir lo sucedido aún bajos los últimos estragos de los efectos y así tener la oportunidad de recordarlo todo con más claridad.


Ayahuasca me dio mucha información, que no doy aquí porque es personal, pero al menos después de intentarlo 3 veces, en esta última vez, precisamente la menos preparada y sin ceremonia, es la que hizo el efecto que tendría que haber sido en las otras sesiones.


Por cosas de la vida, casualmente pocos días después en Lima me encontré con el chamán de "Y", su maestro de Padre Cocha, y hablamos sobre lo que sucedió. Parece ser que ella hace lo que quiere, no realmente lo que le enseñaron. Pero al menos aprendió a hacer la ayahuasca y parece que es una de las mejores de calidad.



Aquí puedes ver un vídeo que hice para YouTube sobre esta experiencia en Padre Cocha.





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